Psicología del alma

  • 07 enero 2022

En los últimos tiempos algunos paradigmas de la psicología se han distanciado de lo que etimológicamente significa la disciplina. Si nos vamos a los orígenes del término de psicología, éste proviene de dos palabras griegas que en su conjunto significan la ciencia o tratado del alma. Por su parte, el alma de una persona podría definirse como la esencia misma del ser humano, correspondiéndose con su SER real, que se manifiesta a través del cuerpo. Al nacer y durante los primeros años de vida el ser humano es esencia pura, ajena a todo condicionamiento social. Con el paso del tiempo , la interacción con los otros le lleva a ir adquiriendo aprendizajes y poco a poco se irá adaptando a su entorno, distanciándose de sí mismo. Y es así como en muchas ocasiones se manifiestan síntomas psicológicos, emocionales , que ponen en evidencia actitudes, pensamientos o conductas contrarias a las necesidades del alma, y que acaban por herir el cuerpo, la manifestación física de nuestro ser. Por lo que rebuscar qué aspectos cognitivos, conductuales y emocionales han llevado a las personas a herir su alma es uno de los objetivos que como humana y profesional defiendo, honrando la histórica frase de Sócrates «conócete a ti mismo».

El alma es la manifestación vital de cualquier ser vivo y el espíritu constituye la fuerza vital o energía que empuja al alma para alcanzar sus metas. Hay personas que tienen sus herida fundamental en el alma, por lo que resulta muy difícil que la persona pueda cumplir su propósito de vida, siendo almas que han sido forzadas a acallar su voz por la educación recibida y/o traumas acontecidos. Y también las hay cuyo problema está en el espíritu, faltándole esa chispa que las hace conectar con la vida, cayendo en estados depresivos( Una película que recomiendo para tomar consciencia de ello es «Soul» de Disney).

Para sanar el alma es necesario: tomar conciencia de todo lo acontecido en nuestra vida, que nos ha llevado a deconectarnos de nuestra voz; aceptar lo vivido y permitirnos escuchar nuestro verdadero ser, así como tomar conciencia de nuestro potencial real. Y es imprescindible en el proceso escuchar la voz de nuestro ser auténtico, la voz del corazón, llamada también intuición, y como requisito acallar la voz del pensamiento, muy condicionada desde pequeños.

Y no puedo decir que esto sea tarea fácil porque es ir sacando capitas hasta llegar al interior, abordando los pensamientos irracionales o programados y los bloqueos emocionales, instaurando prácticas en nuestra vida que nos acerquen a nuestra naturaleza y practicando mucho la observación hacia fuera y hacia dentro. No es fácil, pero cada vida es una gran oportunidad para intentarlo… si no lo intentas pierdes una oportunidad y si lo intentas puedes ganar conectarte con tu esencia y estar en paz!

Eva Méndez Rolán